La importancia del estudio de la teoría para una práctica eficiente

Hace 7 años que soy profesora de la asignatura de Fundamentos de la Medicina Tradicional China (MTC) en el Instituto Superior de Medicinas Tradicionales (ISMET). En esta asignatura, en la que los alumnos asisten 6 horas a la semana durante todo el curso, estudiamos la teoría básica de la MTC incluyendo las bases teóricas del diagnóstico.

El diagnóstico de la MTC se basa en lo que denominamos ‘los 4 métodos de diagnóstico’, éstos son: Observación, Olfato-audición, Interrogatorio y Palpación. La palpación comprende una de las técnicas más utilizadas, importantes y complejas del diagnóstico de la MTC, la palpación del pulso radial.

Foto: Gary Tamin

En este momento del curso, creo que todas las promociones, y si no es así, prácticamente todas, me han manifestado la misma preocupación: ‘¿cómo podemos aprender la técnica de la palpación del pulso radial sólo estudiando la teoría?’ Bueno, en realidad suelen preguntar cosas como: ‘Cindy, no me entero de nada, ¿cómo puedo aprender a palpar el pulso sin practicar?’ o ‘Cindy, cuando intento palpar el pulso no sé cómo hacerlo ni qué mirar’.

La asignatura que imparto es teórica, el objetivo de la misma es en resumen: dar las bases teóricas para conocer cómo funciona el organismo según la MTC, los factores que pueden desarmonizar el equilibrio energético y diagnosticar los desequilibrios.

La pregunta de los alumnos es lógica, ‘¿cómo voy a aprender una técnica práctica desde la teoría?’. Y mi respuesta es clara (creo): no se puede. Una técnica práctica necesita un aprendizaje práctico. Sí. Si quieres aprender la técnica de la palpación del pulso radial, deberás palpar muchos pulsos. Pero antes de eso deberás aprender cómo es un pulso normal, cómo son los pulsos patológicos, qué características tienen y qué interpretación clínica debo darles. Sin conocer la teoría no puedo desarrollar la práctica. Sin conocer qué características tiene un pulso normal y un pulso patológico no sabré qué buscar, y menos cómo interpretarlo.

Siempre les pongo el mismo ejemplo. La MTC considera que existen 28 pulsos patológicos, algunos de los cuales se dan en situaciones muy graves o no habituales en la consulta de MTC aquí en Occidente, por lo que algunos de ellos ni yo misma los había palpado.

Cuando estuve en el hospital de Kunming en China, en una de las jornadas en las que tuve el placer de estar con la doctora Luo Shan Shan en el First Affiliated Hospital of Kunming Medical University, mientras ella pasaba consulta yo y mi compañero estábamos con ella, él tomaba notas y yo palpaba el pulso de los pacientes. Entonces ella me preguntó: ‘¿Qué pulso es este?’ Guau! Lo vi claro desde el primer momento, y era la primera vez que palpaba ese tipo de pulso, era un pulso Hong (este pulso se suele traducir como vasto o desbordante, y se presenta en situaciones de calor extremo, generalmente síndrome febril agudo, aunque también puede estar presente en enfermedades crónicas, en ese caso era un varón con fiebre alta). ¿Cómo pude identificar este tipo de pulso si no lo había palpado nunca antes? Pues porque tenía muy clara la teoría. Sabiendo la teoría sabes qué buscar y cómo identificarlo.

Esta anécdota me ayudó a reafirmarme en mi convicción de que la teoría es el primer e imprescindible paso para una práctica eficiente. Sin una base teórica sólida y profunda nunca podremos llevar a cabo una práctica de calidad.